viernes, 3 de febrero de 2012

PAUTAS DE HIGIENE VOCAL

La salud de la voz es el producto de una adecuada regulación y coordinación de la respiración y de sus mecanismos vocales, y de la ausencia de manejos desmesurados de los mismos. En ese sentido, existen pautas generales de higiene vocal dirigidas a aquellas personas que alguna vez tuvieron una molestia en su voz o que quieren evitar tenerla.

• Limitar en lo posible el tiempo continuo de habla, especialmente durante estados catarrales, gripes o crisis alérgicas.
• Evitar gritar, chillar y aclamar. En este sentido es recomendable acercarse al interlocutor, si percibimos que éste no nos oye bien.
• No competir vocalmente con ruidos ambientales excesivos (ej. discoteca, fábricas con maquinarias, comedor lleno de gente de un lugar de trabajo).
• Controlar la emisión vocal (ej. dar una clase) durante períodos de labilidad emocional, contractura cervical, cansancio y/o esfuerzo físico.
• Disminuir la velocidad del habla, utilizar frases cortas, respetar las pausas y adecuar la intensidad.
• Articular correctamente los sonidos.
• Evitar toser, aclarar o carraspear. En caso de tener tos, hacerlo suavemente o inhalar vapor e ingerir la mayor cantidad de líquido posible.
• Ingerir abundante líquido diariamente, especialmente durante períodos de habla sostenida o durante el tratamiento con fármacos que secan las mucosas (ej. los de acción anticolinérgica).
• Evitar el uso de agentes irritantes como el tabaco, el alcohol y el café.
• Descansar las horas necesarias.
• Evitar ingerir bebidas heladas o muy calientes.
• Prevenir los cambios bruscos de temperatura. La calefacción central o aire acondicionado durante la vigilia y/o durante el sueño, provocan sequedad de la mucosa de las vías aéreas, lo que las vuelve vulnerables. En estos casos, se aconseja el uso de humidificadores o como mínimo colocar vasos con agua en el ambiente.
• Realizar actividad física predominantemente aeróbica y descontracturante (evitar el levantamiento de pesas).
• Controlar la postura al hablar manteniendo siempre la alineación entre la cabeza y la columna vertical. Por ejemplo, no hablar de costado o hacia arriba en forma sostenida.
• Usar el teléfono sólo lo indispensable. Controlar el uso del teléfono celular en lugares ruidosos.
• Evitar la voz susurrada (el sonido que usamos cuando vamos a contar un secreto).
• En el caso de presentar síntomas de reflujo gastroesofágico evitar alimentos que puedan causar irritación: chocolates, mate, café, cáscara de tomate, salsas y cítricos.

PAUTAS ESPECÍFICAS PARA PROFESIONALES DE LA VOZ

Los puntos mencionados anteriormente constituyen pautas básicas para mantener la salud vocal en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, se recomienda que los profesionales de la voz –definidos como aquellos individuos que utilicen su voz como herramienta de trabajo- tomen precauciones adicionales. En esta categoría incluimos a docentes, cantantes, locutores, actores, recepcionistas, personas que realizan márketing telefónico, etc.

• Realizar un calentamiento y “descalentamiento” vocal antes y después de dar clases, funciones y/o ensayos.
• Respetar el descanso vocal luego de un uso excesivo o exigente de la voz. Si es imprescindible continuar hablando tratar de utilizar la voz en una intensidad mínima, pero “no susurrada”.
• Prestar atención a síntomas de fatiga luego de una ejercitación vocal, ensayo, clase, jornada de trabajo y consultar a un especialista si éstos aparecen frecuentemente o van en aumento.
• Usar ropa cómoda -que no comprima la zona abdominal ni el cuello- para cantar o hablar.
• Cuidar la audición, evitando la exposición a ruidos intensos, ya que la audición es indispensable para lograr un correcto autocontrol de la intensidad vocal, sobre todo en ambientes ruidosos.
• Evitar el uso de la voz plena al aprender una nueva obra o canción, o al practicar un discurso. Ejercitar a baja intensidad durante el aprendizaje.
• No cantar en el límite superior de la extensión vocal.
Se recomienda que los profesionales de la voz, se realicen controles antes de comenzar cualquier actividad que tenga como protagonista a la voz, como la docencia, el canto, la locución, la actuación, etc.; repitiéndolos con intervalos periódicos mientras dure el ejercicio de dicha actividad, con el objetivo de mantener la salud de su voz.
Es importante que quien usa su voz como herramienta de trabajo aprenda a darse cuenta que algo anda mal con su voz, para así poder acudir a los profesionales en busca de ayuda.
¿Algún signo de alarma respecto de que la voz está siendo mal usada?
Ante la aparición de algún signo de alarma se recomienda una evaluación que puede incluir la participación de un equipo interdisciplinario (fonoaudiólogo, otorrinolaringólogo, profesor de canto, etc.).

Bibliografía
Jackson Menaldi, C., “La voz patológica”, Editorial Panamericana, Argentina, 2002.
Murray Morrison. “Tratamiento de los trastornos de la voz”. Ed. Masson.
Segre R. – Naidich S. “Principios de foniatría”. Ed. Panamericana, 1993.
García Calleja M. “Prevención de riesgo de la voz en docentes”. Revista Universitaria de Ciencias del Trabajo, N°1, pags. 199-223, Universidad de Valladolid, España, 1995.

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